Nevine El-Aref , para Ahram Online
La familia es la unidad básica de cualquier sociedad, aunque su estructura y función pueden variar considerablemente de una cultura a otra, escribe Nevine El-Aref. Todas las sociedades tienen un concepto de la familia, aunque éste puede diferir según la cultura de que se trate.
Nuestro conocimiento de la vida y la sociedad en el antiguo Egipto procede en gran medida de los relieves grabados en las paredes de monumentos, tumbas y templos, que proporcionan una rica historia de la vida cotidiana de las familias ricas y menos ricas, así como de sus esperanzas para la vida después de la muerte.
Las tumbas de pozo del cementerio saito-persa al suroeste de la pirámide de Neferefre, en la necrópolis de Abusir, ofrecen información sobre la sociedad que las produjo, mostrando la sociedad que realizó la pirámide del rey Djeser, la primera estructura de piedra de la historia.
La zona no se utilizó hasta finales de la Dinastía XXVI, cuando altos dignatarios de la corte real la eligieron como lugar de descanso final para la eternidad.
“Desconocemos los propósitos exactos que se esconden bajo la selección. Sólo podemos especular sobre los motivos”, dijo Miroslav Bárta, director del equipo arqueológico del Instituto Checo de Egiptología de la Facultad de Letras de la Universidad Carolina de Praga, que inició las excavaciones en este yacimiento a principios de la década de 1980.
Bárta explicó que el yacimiento se encuentra en línea recta conectando las pirámides de Guiza con la pirámide del rey Djeser, formando la cabecera de dos valles poco profundos que discurren desde el este y el sureste. También se encuentra cerca de estructuras reales más antiguas y tiene un estatus santificado impregnado de una larga tradición.
Es probable que se encuentre cerca del cementerio de soldados mercenarios extranjeros al mando de dignatarios. Los cimientos geológicos del lugar, caracterizados por una importante capa de barro endurecido, resultaron propicios para la construcción de tumbas.
Según los estudios de superficie y geofísicos, el cementerio está formado por tumbas de pozo grandes y pequeñas dispuestas en dos hileras que se extienden aproximadamente de oeste a este. El núcleo del diseño consiste en una cámara funeraria construida con bloques de piedra caliza situada en la base de un pozo grande que mide 12 x 12 metros y alcanza una profundidad de 25 metros.
Tras la finalización de una tumba, el pozo se rellenaba, lo que obligaba a acceder a la cámara funeraria a través de un estrecho pozo secundario. Desde allí, un pasillo horizontal, más parecido a un túnel que a un pasadizo, conducía directamente a la entrada de la cámara.
“Esta práctica de situar las cámaras funerarias a gran profundidad bajo la superficie parece tener una doble finalidad”, afirma Bárta, quien explica que ayudaba a acercar a las momias al reino subterráneo de los muertos, gobernado por el dios Osiris, y a proporcionar protección contra los asaltantes de tumbas.
A pesar de la aparente grandeza y riqueza de los adornos de estas estructuras, muchas de ellas quedaron muy dañadas o totalmente destruidas con el paso del tiempo.
Los estudios científicos realizados por el equipo checo han revelado que el grupo de tumbas mayores y menores del cementerio se construyó a finales de la dinastía XXVI. Según los graffiti hallados en la tumba de Udyahoresnet, su construcción comenzó en el año 41 ó 42 del reinado de Amasis, en 529 ó 528 a.C.
Es probable que su construcción cesara en el año 525 a.C., cuando el rey persa Cambises invadió Egipto y la situación permaneció inestable durante varios años. Ni la tumba de Udyahorresnet ni la de Iufaa se terminaron por completo. Algunas de las tumbas no se utilizaron hasta después de esta época, durante el reinado del rey persa Darío I.
En las inmediaciones de las grandes tumbas se han encontrado varios enterramientos sencillos. Los cuerpos, pertenecientes probablemente a los habitantes pobres de las aldeas vecinas, estaban colocados en fosas poco profundas en la arena.
Es posible que algunos de estos enterramientos pobres se remonten a finales del periodo ptolemaico, entre 200 y 300 años después de la construcción de las grandes tumbas de pozo, y quizá sean una prueba de la estima que las generaciones posteriores tenían por los dignatarios enterrados en esta parte de la necrópolis, y sobre todo en Udyahorresnet.
La tumba de pozo más importante del conjunto es la intacta del sumo sacerdote Iufaa, un raro descubrimiento que saltó a los titulares. Consta de un pozo de unos 28 metros de profundidad y en su interior una tumba intacta y un enorme sarcófago de piedra caliza blanca de unas 50 toneladas de peso.
Hay un sello de yeso entre la tapa y el propio sarcófago. La cámara funeraria de Iufaa y partes de su sarcófago están profusamente adornadas con textos y escenas, a menudo únicos, concebidos para facilitar su viaje al más allá y asegurarle una existencia eterna llena de bendiciones.
TUMBAS: La tumba más antigua se atribuye a Udyahorresnet, cuya estatua se conserva en el Museo Vaticano de Roma, y la inscripción que contiene es la crónica egipcia más extensa de los acontecimientos que rodearon la conquista de Egipto por el gobernante persa Cambises en el año 525 a.C.
Tras la ocupación persa, Udyahorresnet, originalmente comandante de mercenarios extranjeros y almirante de la flota, se convirtió en uno de los principales colaboradores locales de los nuevos gobernantes.
La cámara funeraria y el sarcófago doble de Menejibnekau presentan una gran variedad de textos y escenas talladas en relieve. Aunque quedan pocos restos de sus pertenencias funerarias, entre los que destaca un sello oficial distintivo.
Además de estas tres tumbas, se han excavado parcialmente otras dos estructuras de tamaño comparable, así como cinco o seis tumbas más pequeñas, dos de las cuales ya han sido excavadas. Una de estas tumbas más pequeñas, que también alberga una cámara funeraria decorada, perteneció al cortesano Padihor.
El descubrimiento más reciente del cementerio es la tumba del alto funcionario Dyehutiemnajt. La parte superior de esta tumba, situada en la superficie, fue destruida en la antigüedad, mientras que su cámara funeraria se encuentra en el fondo del pozo principal, situado a una profundidad de 14 metros bajo tierra.
Al norte hay un pequeño pozo de aproximadamente 1,2 por 1 metro que da acceso a la cámara a través de un estrecho pasillo horizontal de unos tres metros de largo.
“Sorprendentemente, el pequeño pozo estaba parcialmente relleno con varias docenas de grandes bloques de relieve procedentes de la tumba monumental vecina de Menejibnekau”, explicó Mohamed Megahed, director adjunto de la misión checa, quien señaló que la cámara funeraria está ricamente decorada con textos y escenas.
La pared norte de la entrada está cubierta con una larga secuencia de conjuros apotropaicos contra las mordeduras de serpiente procedentes de los antiguos Textos de las Pirámides egipcias. “Curiosamente, las serpientes mencionadas en ellos eran, por un lado, consideradas peligrosas, pero, por otro, también actuaban como poderosas protectoras del difunto y su momia”, explicó Megahed.
“Se trata de una tumba de pozo de tamaño medio, ricamente decorada, cuyo propietario, un tal Dyehutyemhat, ocupaba el cargo de escriba real”, explicó Ladislav Bareš, que ha coordinado las excavaciones checas de las tumbas de pozo del Periodo Tardío en Abusir durante más de dos décadas.
“Este nuevo hallazgo, junto con nuestros descubrimientos anteriores en este lugar de excavación, así como la tumba de pozo a gran escala de Wahibrameryneith, arrojará más luz sobre los cambios históricos que tuvieron lugar en Egipto en los turbulentos tiempos de los siglos VI y V a.C.”, añadió.
Las paredes sur y oeste de la tumba están adornadas con ofrendas rituales. En el techo de la cámara funeraria hay representaciones del recorrido del sol por el cielo en las barcas de la mañana y de la noche, acompañadas de himnos al sol naciente y poniente.
La cámara funeraria está cubierta de decoración en relieve, inscripciones jeroglíficas y representaciones de los dioses. Contiene un gran sarcófago de piedra, cuya tapa está adornada con tres columnas de textos jeroglíficos del capítulo 178 del Libro de los Muertos, compuesto por fragmentos de los antiguos Textos de las Pirámides.
Los lados más largos de la tapa presentan el capítulo 42 del Libro de los Muertos, dedicado a la deificación del cuerpo del difunto, que incluye representaciones de deidades individuales a las que se asimila el difunto. Los lados más cortos llevan imágenes de las diosas Isis y Neftis, acompañadas de textos en los que proporcionan protección al difunto.
En los lados exteriores del arcón del sarcófago hay fragmentos de los Textos de los Ataúdes y de los Textos de las Pirámides, que repiten parcialmente los conjuros que aparecen en las paredes de la cámara funeraria. En la parte inferior de la cara interna del ataúd se representa a Imentet, la diosa de Occidente, y en las caras interiores figuran los llamados “conjuros canópicos” recitados por esta diosa y el dios de la tierra Geb.
Todos estos textos mágico-religiosos estaban destinados a asegurar la entrada sin problemas del difunto en la vida eterna del más allá.
La tumba del escriba Dyehutyemhat fue descubierta casi vacía, tras haber sido saqueada, al igual que otras tumbas del lugar de enterramiento, probablemente ya en el siglo V de nuestra era. El análisis de los restos óseos realizado por destacados expertos egipcios ha demostrado que Dyehutyemhat murió a una edad relativamente temprana, presentaba signos de enfermedad profesional en la columna vertebral debido al trabajo sedentario y padecía osteoporosis grave.
“Este último hecho podría situarle dentro de la familia de otros habitantes de este enterramiento, en los que también se ha confirmado esta enfermedad”, dijo Bárta.
Es posible que la mayoría de los propietarios de las tumbas de pozo enterradas en esta parte de la necrópolis de Abusir pertenecieran a una familia extensa fuertemente anclada en la élite militar del Egipto saíta tardío.
La madre de Dyehutiemhat, sin embargo, probablemente procedía de círculos muy distintos y de otra parte del país. Sus dos nombres pueden traducirse como “nubia” y “zorra”, este último escrito de una forma inusual, probablemente bereber. Continuará la documentación fotográfica detallada y el análisis de los hallazgos y textos.
Abusir se encuentra a unos diez kilómetros al sur de la Gran Pirámide de Jufu y la Esfinge, en la meseta de Guiza. Está al norte de la primera pirámide de piedra construida en Egipto, conocida como la Pirámide Escalonada de Saqqara. El yacimiento contiene unas 11 pirámides de reyes y reinas y los templos solares de la V Dinastía.
La pirámide de Sahura, la más famosa de Abusir, fue excavada por el egiptólogo alemán Ludwig Burchardt, y se cree que el complejo piramidal contenía unos 10.000 metros cuadrados de relieves murales.