La Unión Europea financiará un proyecto de desarrollo de la zona arqueológica de Qubbet El-Hawa, en la orilla occidental del Nilo, en la provincia de Asuán, anunció el jueves el embajador de la UE en Egipto, Christian Berger.
Durante una visita a Qubbet El-Hawa acompañado por el embajador alemán en El Cairo, Frank Hartmann, el embajador Berger declaró que la UE financiará un proyecto para conectar todos los yacimientos arqueológicos de la zona de la “Cúpula del Viento” y que el proyecto servirá de escaparate magnífico e idóneo para la historia egipcia en todas sus etapas.
Añadió en declaraciones a los medios que el proyecto también tiene objetivos científicos y económicos y que uno de estos últimos es apoyar a la comunidad local y ayudarla a crecer.
La UE, afirmó, ya está ejecutando varios proyectos para el desarrollo de las comunidades locales en distintas zonas de Egipto.
Según Berger, el proyecto incluirá un centro de visitantes y maquetas de las tumbas de la región, así como zonas con cafeterías y tiendas.
El proyecto de desarrollo y renovación se completará en un plazo de tres años, declaró, precisando que ya había discutido con el gobierno egipcio y el Consejo Supremo de Antigüedades.
Situada en la orilla occidental del Nilo, en la ciudad de Asuán, Qubbet El-Hawa o “La Cúpula del Viento ” es un lugar arqueológico único con monumentos de distintas épocas.
Qubbet El-Hawa incluye un pequeño santuario de un jeque sufí islámico, el monasterio copto de San Antonio y un centenar de tumbas de nobles de distintas épocas del antiguo Egipto, como el Reino Antiguo, el Reino Medio y el Reino Nuevo.
Por su parte, el embajador alemán en El Cairo, Frank Hartmann, declaró que Alemania colabora con la UE en el desarrollo de Qubbet El-Hawa para transformarla en una zona turística y trabajar en la protección de los yacimientos que alberga.
Hartmann reveló que antes de visitar la zona de Qubbet El-Hawa, junto con el embajador de la UE, visitó la isla de Elefantina, donde una misión arqueológica alemana está trabajando con el pleno apoyo del gobierno alemán y en cooperación con el Instituto Arqueológico Alemán y una misión arqueológica suiza para reconstruir y mantener los monumentos de la isla que datan de múltiples épocas antiguas, medias y modernas.
Afirmó asimismo que la zona de Qubbet El-Hawa fue gestionada por una misión alemana y española y cuenta con el apoyo de la Unión Europea, y afirmó que se creará un complejo arqueológico unificado que incluirá todos estos monumentos como parte del proyecto de desarrollo.
Preguntado sobre si el gobierno alemán tenía previsto devolver a Egipto el busto de la reina Nefertiti del Museo Egipcio de Berlín, el embajador Hartmann dijo que no había ningún problema entre los gobiernos egipcio y alemán en relación con el busto de Nefertiti porque Alemania lo adquirió legalmente.
Precisó que cuando fue desenterrado en 1912 por una expedición arqueológica alemana que cooperaba con el gobierno egipcio, hubo un acuerdo para dividir los hallazgos entre ambas partes a partes iguales y el busto de Nefertiti fue entregado a la expedición alemana como parte de su participación.
El embajador alemán, que inició una visita a Asuán el 26 de febrero, añadió también que el gobierno egipcio no ha exigido oficialmente a Alemania que entregue el busto.
Además, Hartmann citó al embajador egipcio en Berlín señalando que el busto era el mejor embajador para Egipto, ya que atrae a muchos visitantes.
Recientemente, se han hecho llamamientos para recuperar el busto de Nefertiti desde Alemania, en coincidencia con otras campañas que piden recuperar la piedra de Rosetta del Reino Unido.
El famoso arqueólogo egipcio y ex ministro de Antigüedades Zahi Hawass ha encabezado los esfuerzos por devolver el busto a El Cairo, insistiendo en que en 1912 el busto de Nefertiti fue sacado ilegalmente de Egipto tras ser camuflado, sobre todo teniendo en cuenta que el acuerdo entre el gobierno egipcio y la misión alemana estipulaba que las estatuas reales de piedra caliza eran exclusivamente de Egipto.
Hawass declaró que los arqueólogos alemanes afirmaron que el busto era de yeso, hasta que uno de los arqueólogos de la expedición admitió que era de piedra caliza, y añadió que el gobierno egipcio exigió su devolución en 1933.
Fuente original: https://english.ahram.org.eg/News/491024.aspx