Los Faraones

 El rey gobernaba Egipto, sin dar cuentas a nadie, era considerado como un Dios. Reunía el dominio de lo religioso, lo civil y lo militar. Su principal función era mantener el equilibrio en el país, el orden y la paz: la “maat”. Al rey se le asociaba con la “Gran Casa” o palacio del rey (per-aa), lo que dio lugar al término “faraón”, a partir del Reino Nuevo, y en concreto, bajo el reinado del rey Thutmés III (uno de los grandes faraones).

Egipto tuvo muchos faraones y algunos comenzaron a reinar cuando eran niños o jóvenes.

Estos reyes están divididos en dinastías. Fue un sacerdote del dios Sol, llamado Manetón, el que ordenó en 30 dinastías a todos estos reyes. Vivió bajo los reinados de Ptolomeo I y II (305-246 a.C), y lo hizo porque el rey le pidió que escribiera una historia de Egipto, que él llamó “Aegyptiaka”.

Pero además estas dinastías se agruparon en “Reinos” y en “Períodos Intermedios”. Eran reinos cuando el país estaba unido bajo el gobierno de un único rey y se llamaban “Periodos Intermedios” cuando había uno o varios reyes o lo que es lo mismo, cuando Egipto estaba dividido. 

PERIODO AÑOS DINASTÍAS
Predinástico 5500-3100 a.C
Dinástico temprano 3100-2686 a.C I-II
Reino Antiguo 2686-2181 a.C III-VI
Primer Periodo Intermedio 2181-2055 a.C VII-XI
Reino Medio 2055-1650 a.C XI-XIV
Segundo Periodo Intermedio 1650-1550 a.C XV-XVII
Reino Nuevo 1550-1069 a.C XVIII-XX
Tercer Periodo Intermedio 1069-747 a.C XXI-XXIV
Periodo Tardío 747-332 a.C XXV-XXX
Periodo Ptolemaico 332-32 a.C
Periodo Romano 30 a.C-395 d.C

El rey solía casarse con su hermana o hermanastra para que sus hijos tuvieran la sangre de los dioses. Podían casarse con varias mujeres a la vez, aunque una era la más importante y algunos tuvieron muchísimos hijos (como Ramsés II). 

El faraón poseía varios títulos que iban delante de sus nombres, a continuación te los presentamos, junto con sus signos jeroglíficos:  

  •  El Nombre de Horus que se colocaba en un rectángulo que imitaba la fachada del palacio. 
  • Las Dos Damas, que en su idioma llamaron Nebty. Esas dos damas eran las diosas protectoras del rey: Nejbet, la diosa-buitre del Alto Egipto y Uadyet, la diosa-cobra del Bajo Egipto.
  •  Horus de oro representado por el rey en forma de halcón sobre un signo jeroglífico que servía para representar el oro.  
  • El de la caña y la abeja que era el nombre que había tomado el rey cuando fue coronado. 
  • El Hijo de Ra, que era el nombre que el rey había recibido al nacer. 

 Mira un ejemplo: este era el nombre que los padres de Tut-anj-Amón le dieron al venir al mundo

 

Parece difícil leer estos signos, pero ya verás que aunque los egipcios tenían una gramática muy complicada, los nombres se leen sin mucha dificultad.

El consejero principal del rey y el responsable de que se impartiera justicia era el visir, que tenía a sus órdenes a los gobernadores o nomarcas de las regiones de Egipto, que como dijimos antes se llamaban “nomos”. Entre las funciones de éstos se encontraba la de recaudar impuestos en especies o servicios, ya que no conocieron el dinero hasta mucho más tarde.

Otros personajes importantes eran los Sumos Sacerdotes de cada uno de los templos, porque en nombre del rey hacían todas las ceremonias para que los dioses estuvieran contentos. Y esto era así porque el rey no podía estar en varios templos a la vez, así que el sacerdote encarnaba al faraón en esas ceremonias. Para que el dios no se enfadara, el sacerdote entraba en la capilla donde estaba guardada la imagen más sagrada, diciendo que llegaba por orden del rey.

 Faraones famosos

 Todos habréis visto alguna vez alguna foto de las pirámides y casi seguro sabéis que los faraones que las construyeron se llamaron Keops (Jufu), Kefren (Jafra) y Micerino (Menkaura). Ellos vivieron hace mucho tiempo, hacia el año 2500 a.C. También seguro que habréis oído hablar de otros muy famosos, como Tut-anj-Amón, Ramsés II, Cleopatra VII,…

Algunos nos resultan conocidos por las películas y libros en que aparecen, y otros como Tut-anj-Amón, por su tumba llena de tesoros. A Tut-anj-Amón lo llamaron el faraón niño, porque ascendió al trono muy joven, se cree que tenía unos 9 años y murió a los 18. Su tumba fue hallada casi intacta en 1922, lo que causó una gran sensación en la época, que ha llegado incluso hasta nuestros días. De esta tumba se decía que tenía una maldición y que hacía que murieran los que la habían profanado. ¡No os lo creáis, es una leyenda, alimentada por la prensa de la época!

Las muertes que hubo no fueron provocadas por Tut-anj-Amón, sino que fueron muertes naturales, muchas de ellas causadas por enfermedades infecciosas. Recordad que en 1922 no existía la penicilina y no se podían curar algunas enfermedades.

Hasta ahora los tesoros hallados en su tumba pueden contemplarse en el Museo de El Cairo, donde están sus joyas, los carros que utilizaba para desplazarse, las armas, los objetos de uso cotidiano y muchísimas cosas más. Poco a poco estos tesoros están siendo trasladados a un nuevo museo más grande y más moderno.

Una pequeña parte del ajuar de Tut-anj-Amón. Museo de El Cairo

Ramsés II también os resultará muy familiar por las numerosas imágenes en las que aparece como héroe militar, montado en su carro de guerra tirado por hermosos caballos, o por las estatuas colosales de su templo de Abu Simbel. 

Colosos del gran templo de Ramsés II en Abu Simbel

 Este rey, para que todo el mundo le conociera, mandó construir monumentos y edificios por todo el país, para ser recordado. Vivió muchos años para lo que era habitual en esa época, tuvo una gran cantidad de esposas e hijos y ganó grandes batallas. La más importante fue la de Kadesh (hoy Siria), pero aunque Ramsés anunciara a su pueblo que él había sido el ganador, hay otros documentos de sus enemigos que parecen demostrar que mintió un poquito y que lo que ocurrió es que ambos pueblos acabaron firmando el primer tratado de paz de la historia.

Ramsés II estuvo “casado” con Nefertari, cuya tumba es una de las más hermosas de la necrópolis de Tebas, ya que conserva gran parte de las pinturas originales.

Tumba de la Reina Nefertari

 

Aunque en Egipto los reyes casi siempre eran hombres, hubo algunas mujeres que llegaron a gobernar. No hubo muchas, pero entre las más famosas de la historia se encuentra Hatshepsut, que gobernó durante 22 años, y cuyo magnífico templo excavado en la roca se encuentra en Luxor. Realizó algunas campañas militares para conquistar territorios y un viaje al llamado País de Punt (en el cuerno de África). Se considera la primera expedición de la historia con fines pacíficos; para llevar a Egipto árboles de incienso y mirra, y maderas que consideraban de lujo porque no existían en Egipto. También llevó marfil, ébano y animales exóticos, que representó en su templo de Deir el-Bahari. Allí reprodujo en relieves policromos (de colores) el traslado de estos árboles con su cepellón cuidadosamente protegido para que no se murieran antes de ser plantados en Egipto.

El último “faraón” que gobernó Egipto fue la reina Cleopatra VII — seguro que la habéis visto en alguna película o libro. En general, la historia no la ha tratado muy bien; de ella se dijo que era muy hermosa y muy ambiciosa, capaz de cualquier cosa para conseguir el poder. Tras las investigaciones actuales, en realidad debió de ser una mujer muy inteligente y de gran personalidad, también sabía varios idiomas. El problema fue que mantuvo un pulso con el Imperio Romano, y finalmente fue derrotada, con lo que Egipto pasó a convertirse en una provincia del imperio romano.

Cleopatra en el templo de Dendera

 

Textos: Elisa Castel y Helena Oliver

Fotografías: Teresa Armijo, Elisa Castel, Miguel Gamero, Antonio Lobo, Helena Oliver, Francisco Pérez Vázquez, Cristina Pino, Rosa Pujol, Jaume Vivó, SoloEgipto.

Para el resto de imágenes, las citadas en los pies de foto.