Las primeras tumbas que se han encontrado eran simples fosos en la arena donde el difunto estaba en posición contraída. Poco a poco se fueron protegiendo y haciendo más grandes hasta llegar a las pirámides.

Y aunque puede que lo más famoso de Egipto sean precisamente sus pirámides, vamos a ver aquí que los reyes del Valle del Nilo tuvieron distintos tipos de tumbas a lo largo de su historia y que los nobles del Reino Antiguo se enterraron en otro tipo de tumba llamada “mastaba”.

Aunque lo hayáis leído o visto en las películas, los egipcios no utilizaron esclavos para construir las pirámides, sino que fueron hechas por mano de obra especializada.

Las pirámides

La primera pirámide construida en Egipto es la de un rey llamado Dyeser. No tenía sus caras lisas, sino que era escalonada. Poco a poco los egipcios fueron aprendiendo de sus propios errores y comenzaron a levantar pirámides más altas y de caras lisas, recubiertas de piedra caliza que brillaba con el sol.

Pirámides de Guiza. Jufu (Keops), Jafra (Kefren) y Menkaura (Micerino)

 Para poder subir los bloques de piedra, se iban haciendo rampas de adobe (una mezcla de barro y paja, moldeada en forma de ladrillo y secada al sol) por donde se arrastraban los bloques, que se colocaban en una especie de trineos. Para que la superficie de la rampa fuera suave y se pudiera arrastrar la carga más fácilmente, se iba mojando. Estas rampas se quitaban cuando se había terminado de construir.

Los faraones más antiguos tenían sus tumbas en estos grandes monumentos. Se idearon trampas y cámaras, algunas subterráneas, para evitar los robos. Las primeras pirámides no tenían textos en el interior pero a partir de la dinastía V, comenzaron a cubrirse con jeroglíficos que recogen textos mágico-religiosos, llamados “Textos de las Pirámides” y que servían para proteger al rey y para que fuera bien recibido por los dioses en el Más Allá.

Sin duda, las pirámides más famosas son las que se construyeron en la meseta de Guiza por los reyes Keops (Jufu), Kefren (Jafra) y Micerino (Menkaura), pero no son las únicas. En Egipto hubo más de 60 pirámides, lo que ocurre es que de algunas de ellas casi no queda nada y otras hoy en día se parecen por fuera a un enorme montón de arena porque empezaron a hacerse con materiales de peor calidad.

La Gran Pirámide de Guiza, que erigió el rey Jufu, tiene 147 m de altura, fue construida con unos 2 millones de bloques de piedra, de unas 2 toneladas cada uno. Se calcula que unas 50.000 personas tardaron 20 años en terminarla.

Muchas de las pirámides fueron saqueadas por ladrones, por lo que se dejaron de construir y empezaron a excavarse las tumbas en la montaña, donde estaban más protegidas y vigiladas. Es el caso de las tumbas del Valle de los Reyes, donde se enterraron los faraones del Reino Nuevo. Sin embargo, los ladrones eran muy listos y también consiguieron robar los tesoros de estas tumbas.

La pirámide estaba construida en un complejo piramidal, compuesto por un templo de acogida, situado cerca del valle, que se conectaba con otro templo funerario pegado a la pirámide a través de una larga calzada. Todas estas construcciones eran imprescindibles para que el rey pudiera disfrutar de vida tras la muerte. Alrededor de la pirámide real podía haber algunas pirámides pequeñas, construidas para la reina (que no era sacrificada cuando moría el rey) sino que se enterraba allí cuando le llegaba su hora, y también algunas mastabas para nobles y otros familiares del faraón.

Maqueta de los complejos piramidales de Abusir. Rijksmuseum van Oudheden. Leiden

Las mastabas

Los miembros de la familia real y la nobleza no se enterraban en pirámides, sino en mastabas que se situaban cerca de la pirámide de su rey. Y vosotros os preguntaréis ¿qué es una mastaba?

Una mastaba es una construcción en forma de trapecio con una parte construida con bloques de piedra y otra subterránea, excavada en el suelo. En la parte de arriba hay salas y pasillos llenos de relieves con escenas de la vida diaria, el medio natural en el que vivían e incluso diferentes oficios.

También tenían “mesas de ofrendas” donde se colocaba diariamente la comida para el difunto, que podía salir en forma de pájaro, atravesando una “Estela de Falsa Puerta” para alimentarse. Incluso podía viajar por Egipto, pero al anochecer tenía que volver a la tumba para descansar. La parte subterránea de la mastaba estaba formada por un pozo y una o varias cámaras y era donde se encontraba el cuerpo embalsamado dentro de su sarcófago. Estaba allí para que no pudiera ser profanado.

Exterior de la mastaba de Ti. Saqqara

 

Una escena del interior de la mastaba de Ti. Reino Antiguo. Saqqara

Otras tumbas: El Valle de los Reyes, el Valle de las Reinas y otras necrópolis privadas

Cuando os hablamos de los faraones famosos os mencionamos a Tut-anj-Amón (Tut-anj-Amón). Él no fue enterrado en una pirámide, sino que su tumba se encuentra mucho más al sur, en Tebas (actual Luxor) y más concretamente en el llamado “Valle de los Reyes”, que ya hemos mencionado. Su tumba está excavada en la montaña, y aunque haya sido una de las más famosas no es de las más bonitas, ni la más grande, pero sí la única encontrada casi intacta hasta ahora.

Las tumbas que se hicieron en el Reino Nuevo están formadas por uno o varios pasillos y cámaras que se van adentrando en la montaña progresivamente. Al final de todo está la cámara del sarcófago, donde se encuentra el cuerpo del rey. Sus paredes están llenas de figuras a color (policromas) del rey y de los dioses y textos religiosos que garantizaban la inmortalidad del difunto.

Tumba de Ai en el Valle de los Reyes

Los techos de estas tumbas reproducen el cielo. Tienen estrellas de 5 puntas sobre un fondo azul o dibujos de estrellas y constelaciones. Son como “mapas” del cielo.

Los reyes no incluyeron en sus tumbas escenas de vida diaria. Durante el Reino Nuevo, el texto religioso más importante fue el “Libro de la Salida al Día” (Libro de los Muertos), que solía aparecer en grandes papiros y en las paredes de estas tumbas.

Cerca del Valle de los Reyes está el Valle de las Reinas, donde se encuentran los enterramientos de algunas mujeres reales y de sus hijos.

Maqueta de la tumba de la reina Nefertari en el Valle de las Reinas. Exposicion Nefer. Palacio Cavour. Turín 2007

En el Reino Nuevo los nobles, los sacerdotes o incluso los artesanos utilizaron tumbas parecidas, pero mucho más pequeñas y menos lujosas, que se excavaron y agruparon en otros lugares de la orilla oeste de Tebas. Algunos incluyeron escenas de vida cotidiana, que nos sirven para hacernos una idea de cómo se vivía en el Antiguo Egipto.

Maqueta de la superestructura de una tumba de Deir el-Medina. Éstas estaban coronadas por una pequeña pirámide, llamada piramidion. Exposición Nefer. Palacio Cavour. Turín 2007
Decoración interior de la tumba de Roy. Reino Nuevo. Tebas

Textos: Elisa Castel y Helena Oliver

Fotografías: Teresa Armijo, Elisa Castel, Miguel Gamero, Antonio Lobo, Helena Oliver, Francisco Pérez Vázquez, Cristina Pino, Rosa Pujol, Jaume Vivó, SoloEgipto.

Para el resto de imágenes, las citadas en los pies de foto.