Una civilización que se mantuvo durante tanto tiempo tuvo distintas clases de templos. Los primeros surgieron en época Predinástica (antes de los faraones) y estaban hechos de materiales vegetales y adobe (una mezcla de barro y paja, moldeada en forma de ladrillo y secada al sol). Durante el Reino Antiguo los templos se construyeron en piedra, porque era resistente y los dioses y los difuntos necesitaban un material que durara para siempre. Conocemos los templos funerarios, pegados a las pirámides del Reino Antiguo y otros llamados templos solares.

Templo solarde Niusera. Abu Gurab. Tomado de: http://amigosdelantiguoegipto.com/?p=96

A partir del Reino Medio y del Reino Nuevo los templos comenzaron a ser más grandes. En Tebas se erigió el mayor templo construido en Egipto, el templo de Karnak, donde se adoraba al dios Amón y a su familia.

Como ya se ha explicado anteriormente, estos templos no eran como nuestras iglesias, sinagogas o mezquitas. Aquí vivía el dios y sólo el sacerdote de más alto rango podía acceder al lugar donde se guardaba la imagen sagrada del dios, el santuario. El resto de los sacerdotes sólo podían trabajar en el resto del edificio. La gente no entraba a rezar en estos templos, como en nuestras iglesias y sólo unos pocos podrían acceder al primer patio. El resto del templo les estaba prohibido.

Básicamente un templo del Reino Nuevo reunía los siguientes espacios: una gran entrada formada por un pílono, un patio, una sala hipóstila, a veces otros pílonos y patios y al fondo el santuario o sancta sanctorum donde estaba la estatua del dios.

Partes de un templo egipcio. Tomado de: https://www.cultura10.org/egipcia/templos/

El templo estaba rodeado por un muro, llamado temenos, para que el dios estuviera aislado y protegido. Gracias a las atenciones de su clero el dios estaba contento y al estar satisfecho regalaba a Egipto con todas las cosas buenas que el país necesitaba.

Cuando entráis en un templo egipcio, lo hacéis por la parte más “moderna” porque todos los reyes procuraban enriquecer y ampliar el templo de su dios e iban añadiendo dependencias de atrás adelante. Delante del pílono de acceso se colocaban estatuas colosales del rey y grandes obeliscos. En la imagen que tenéis abajo falta uno de ellos porque fue trasladado a París en 1836 y se encuentra en la plaza de la Concordia.

Al templo se llegaba atravesando una larga avenida de esfinges que tenían cuerpo de león y cabeza humana, de carnero o de otro animal.

 
Primer pilono del templo de Luxor
Avenida de esfinges del templo de Luxor

Los sacerdotes tenían en la sociedad una categoría social elevada, tanto si pertenecían a los cargos directivos como si eran simples sacerdotes. Pero cuidado, el concepto que tenemos hoy de sacerdotes nada tiene que ver con el Antiguo Egipto porque ellos se encargaban de atender al dios y desempeñaban otras labores administrativas y de culto sin que tuvieran que celebrar “misas”. Ellos no tenían la obligación ni la necesidad de tener que convencer a los súbditos del rey para que se convirtieran en una fe determinada. Tampoco llevaban un “hábito” concreto, tan sólo debían vestir ropa de lino blanco y limpio, sandalias y sólo su cráneo rasurado y algunos ornamentos que llevaban algunos sacerdotes en ciertas ceremonias les distinguían, por ejemplo una piel de leopardo cubriendo parte de su vestido.

Podían casarse y tener hijos, es más era recomendable porque los egipcios dieron mucha importancia a la familia y como os comentaremos después casi todas las mujeres de estos sacerdotes trabajaban en el templo formando parte del clero femenino.

Grupo familiar con el sacerdote Pamai en el centro. Dinastía XIX. Museo de Berlín
Sacerdote astrónomo Tatai, con el pelo afeitado, vestido con su faldellín, una piel de leopardo. Dinastía XIX. Museo de Berlín

La estructura jerárquica de los sacerdotes en el templo era piramidal, existiendo un alto y un bajo clero.

En Karnak había 4 Sumos Sacerdotes o Servidores del Dios que formaban la directiva, es decir, el Alto Clero. El primer Servidor del Dios (o primer sacerdote) era el que gobernaba todo el templo, ayudado por el segundo, tercero y cuarto Servidor, pero sólo el primero era el que, ante la imposibilidad de que el rey (que era el Jefe de todos los cleros) oficiara en todos los templos, delegaba en él,

Por debajo del Alto Clero se encontraba una multitud de sacerdotes del Bajo Clero, divididos en 4 agrupaciones que denominamos files. Cada agrupación trabajaba en el templo de forma rotativa durante un mes, es decir, tenían después tres meses de descanso, que empleaban para desempeñar otras ocupaciones civiles o para trabajar en el servicio de otros dioses. Ellos fueron el verdadero motor del templo.

En el culto al dios también había mujeres. Generalmente se ocupaban de labores relacionadas con la música y la danza. En Tebas casi todas las mujeres de clase social elevada fueron Cantoras de Amón. A la cabeza de ellas estaba la llamada “Esposa del Dios” un cargo muy poderoso que llevó primero la madre del rey de después la Gran Esposa Real.

 

Textos: Elisa Castel y Helena Oliver

Fotografías: Teresa Armijo, Elisa Castel, Miguel Gamero, Antonio Lobo, Helena Oliver, Francisco Pérez Vázquez, Cristina Pino, Rosa Pujol, Jaume Vivó, SoloEgipto.

Para el resto de imágenes, las citadas en los pies de foto.